Vos creías que lo difícil era la crisis económica, la incertidumbre, el desempleo y la inflación. Que pagar el alquiler, y las expensas y los préstamos y los servicios y la comida y los seguros y la obra social y el diario y esas suscripciones que hacen la vida diaria un poquito más alegre. Que lo complicado era surfear esos meses, la desesperación de que la búsqueda laboral no la estás llevando del todo bien, que ser ama de casa, madre y esposa únicamente, con recursos económicos limitados y sin auto, con calor, iba a ser desafiante. Que el soponcio, la culpa y a la vez alegría de compartir momentos únicos con tu hija iba a ser una montaña rusa constante. Eso difícil, y da miedo, y es aburridísimo y rutinario por momentos, y bello por  otros. Lo realmente, profundamente complejo, es poder hablar de todo eso.  Con calma, con tu marido, sin culpas, reproches, ni pases de factura, ni self pity. Why in the flying fuck is communication in relationships, so so hard?

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