"The reluctant Hufflepuff" sería el working title de mi autobiografía. Traté, cambié mi respuesta y finalmente me dio Gryffindor. Aunque sea Ravenclaw - wit beyond measure is man's greatest treasure- . Pero no: me dio Hufflepuff, la casa de los buenos, los que tratan. Los menos glamorosos pero buena gente, che. Y no solo llegué a esa conclusión porque después de seis meses en julio o junio terminé mi re-lectura completa del Harryverse, sino porque es una actitud ante la vida en general. Las cosas que siento me "definieron" en realidad no son así. Estoy repitiendo patrones, metiéndome en unchartered territories de esos a los que realmente le tenés pavor. Cuando era chica, me imaginaba a los adultos con esos problemas de los que te quitan el sueño, que hacen que sientas todo el peso del mundo sobre tus hombros, y me alegraba de no tener que vivirlos. Ahora que soy adulta, y me tengo que hacer cargo, y enfrentar números que no cierran, con una hija y una responsabilidad muchísimo mayor, la que no duerme a la noche soy. Somos Ale y yo. Me aferro a esa noción infantil de que venga alguien a hacerse cargo, del magical thinking. My year of magical thinking también podría ser el hombre de mi biografía. ¿El hombre de mi biografía? me acabo de percatar de mi lapsus y lo voy a dejar ahí. Y a la vez, más allá del pavor, del miedo, activo mecanismos de autopreservación: volver a terapia después de 5 años y medio con nueva profesional. Estar escribiendo estas mismas palabras. Leer perfiles que me resultan interesantísimos en medios que todavía persisten: Vanity Fair, The New York Times Magazine. Taffy Brodesser Akner, Caity Weaver, Anne Helen Petersen. Longreads que son mi género preferido para consumo de medios. Podcasts sobre la Royal Family y el imperdonable Thomas Markle. Capaz no me baje tantos libros con el one click del Kindle, pero sí redescubriré otros autores, o descubriré nuevos. Mientras, trataré, con valentía, de vivir con sencillez, con lo que en este momento puedo pagar y acceder, agradeciendo los privilegios: familia, salud, casa, amistades, trabajo, agua caliente, las Benedictinas, la primavera que se acerca, las lunas, mi incipiente colección de prendas astrales. Creo que me va a costar la falta frivolous spending que tan feliz me hace. Pero habrá lecciones más importantes para aprender.Goodspeed, Christy Marie Sheldon, la Virgen de la Medalla Milagrosa, Dave Ramsey, y todos mis santos a favor. There we go.

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